Presentación

La originalidad es uno de los valores que debe tener cualquier arte pero, al igual que no hay dos personas iguales, tampoco hay dos del todo distintas.

En un mundo donde la densidad de buen@s fotograf@s aumenta casi exponencialmente año tras año ¿Qué puedo ofrecer? Seamos realistas y humildes; solo puedo ofrecer lo que tengo. Y lo que tengo será original solo hasta cierto punto.

Nunca me propuse crear un estilo personal; primero porque eso me parece inevitable - salvo si te dedicas directa y exclusivamente al plagio - y segundo porque pienso que el objetivo de la fotografía no es tanto marcar las distancias respecto a todos los fotógrafos vivos y muertos como, sencillamente, expresarse un@ mism@.

El fenómeno humano puede ser complejo, puede ser difuso y hasta contradictorio, pero nada de eso impide que tenga unas limitaciones y que - como personas - nos movamos dentro de ellas.

Pienso que toda fotografía mía puede encontrar su similar en la de otro autor (o la de otro autor en la mía). A la vez, el mundo es tan diverso y dinámico que la cantidad de puntos de vista resultan prácticamente infinitos lo cual es otra manera de decir que aquí, señoras y caballeros, hay sitio para tod@s.

Siempre resulta sorprendente constatar la variedad de gustos y sensibilidades de las personas, pues ante una misma imagen hay quien goza y hay quien se aburre. Incluso entre los profesionales de mayor prestigio puede faltar unanimidad a la hora de decidir si determinada foto es buena, mala o regular.

Cuando la analizas, cada fotografía es un mundo en el que concurren muchísimas variantes estéticas. Sobre ellas, además, proyectamos automáticamente nuestra personalidad. Sacar una conclusión puede ser fácil o difícil pero rara vez se podrá decir que sea definitiva y universal.

Cierto que hay fotos y fotógraf@s consagrad@s; pocas voces se alzarán contra la obra de Bresson, Cappa o Salgado. La mía tampoco. Pero no parece legítimo limitarnos a hacer lo que ellos hicieron y, de conseguirlo, habríamos logrado lo contrario a la originalidad.

En mi opinión, si de verdad te interesa la fotografía, si te interesa por sí misma y no como medio para superar a otros o para ganar dinero y fama, lo que hagan los demás es secundario; lo que importa es tu particular búsqueda, tu sed insaciable de más y mejores imágenes.

Creo que esa es la sed que impulsó a la mayoría de l@s mejores fotógraf@s de la historia. Seguir sus pasos es, para mí, centrarme en la belleza que veo y el cómo captarla.

Pero si eso es así ¿Qué hago montando una galería de fotos? Hago lo segundo más importante; difundir dicha belleza, inagotable maravilla estética de nuestro mundo filtrada a través de mi sensibilidad con sus aciertos e insuficiencias.

Ver buenas fotos estimula las ganas de hacerlas y mostrarlas es contribuir al acerbo cultural de nuestra especie, fomentando (o al menos intentando fomentar) las vertientes más espirituales del ser humano, como contrapeso a su recalcitrante estupidez.

Complementariamente, y solo en segundo lugar tras las propias imágenes, lo más importante, para mí, son las Cavilaciones que plasmo en una serie de textos donde digo lo que las imágenes no dicen. La fotografía también es tema de reflexión y esa actividad intelectual potencia la vertiente estética.

Este blog está dividido en 10 secciones: En Lo último encontrarás obra reciente, fotos que voy añadiendo conforme las voy haciendo. Ahora estás leyendo la Presentación y explicarte de qué va sería un juego de espejos. Siguen cuatro secciones temáticas cuyos títulos delatan sus contenidos: Naturaleza, Factor humano, La urbe y Diversos.

En la sección Predigital he destinado un espacio a las antiguas diapositivas (aquí escaneadas) que realicé entre los años 1980 y 2004. Esa época puede considerarse mi primera etapa de formación. La limitación económica (cada carrete me costaba 6 €) me permitía practicar mucho menos que ahora, en comparación. Gracias a la tecnología digital, liberado de trabas, he entrado en una segunda fase de autoformación.

Más allá de la fotografía “clásica” con su revelado y aplicación de ajustes (niveles, saturación, etc…) se extiende un territorio donde abandono - en mayor o menor grado - el afán de realismo y me lanzo en abrazos de la imaginación. Es la sección Fantasías. En ella, la foto fue el origen pero el resto me lo trajo una musa un tanto dopada.

En principio, todas las secciones irán creciendo (excepto Presentación y Autobío) cada una a su ritmo. La más dinámica tenderá a ser Lo último.

Termino esta introducción agradeciendo tu la visita a mi blog y animándote ha hacer  comentarios. Por favor, absténganse los compulsiv@s del “Good Shot” y otras expresiones que no comunican más que una amorfa aprobación. No busco el aplauso si no el intercambio y no creo que ninguna opinión pueda razonarse en menos de tres líneas.